Lleva un control de gastos e ingresos mensuales
Primero: identifica tus ingresos
Antes de saber cuánto puedes gastar, necesitas tener claro cuánto te entra al mes. Sí, el salario entra aquí, duh. Pero también pueden llegar ingresos extra. Entonces, los vas a categorizar así:
Fijos
Son los que no cambian y los recibes cada mes. Ajá, el salario cuando eres dependiente (o sea, que trabajas para una empresa). Pero si eres independiente sería el promedio de los trabajos que facturas al mes.
Variables
Esos que llegan caídos del cielo pero no son constantes: bonos, comisiones, herencias, etc.
Segundo: vas a revisar tus gastos
Aquí nos vamos a demorar más porque, claro, siempre hay mucho que pagar. Pero también los vas a dividir.
Fijos
Los que se tienen que pagar todos los meses: el plan de telefonía, el agua, la luz, la vivienda, ya sabes.
Variables
Estos son más difíciles de pescar, entonces ve por tus estados de cuenta. Porque aquí entran desde el chicle suelto que te compras, las salchipapas que te comes por ahí, hasta una farra que se te atraviesa el fin de semana.
Lo ideal es que tomes tus gastos e ingresos y los metas en un presupuesto, y los dividas por categorías. A los gastos les vas a poner límites. O sea, un tope máximo que te puedes permitir en cada categoría (vivienda, transporte, alimentación, gustos, en fin).
Extra tip
Si diferencias tus gastos entre deseos y necesidades, va a ser mucho más fácil decidir cuáles reducir o eliminar.

Tercero: ¿Qué pasa con las deudas?
Mira, lo que se debería hacer en el mundo ideal es que también les abras espacio en tu presupuesto en una categoría aparte con las fechas de pagos, cuotas y montos totales. Pero si tu necesidad en este punto es poder controlar primero los gastos, aquí te van unas recomendaciones:
- Con el mapeo de los gastos que no necesitas, decide muy a conciencia cuáles eliminar.
- Guarda ese dinero que te ahorras al mes en los gastos que no necesitas para abonar a las deudas.
- Como ya tienes claros tus ingresos, tienes una idea de hasta cuánto puedes pagar al mes. Esto es: no te endeudes con cosas nuevas que luego no podrás pagar.
Cuarto: también hay que abrirle espacio al ahorro
Seguro pensarás: “¿cómo voy a ahorrar si no alcanza para el resto?”. Ya, pero ve con calma. Una vez empieces a recortar estos gastos y tener orden en la manera en que distribuyes tus ingresos, vas a poder ir separando, poco a poco, tu ahorro. Este no solo te ayuda a prepararte para imprevistos, sino que es la manera de cumplir las metas que tienes para el largo plazo.
Una idea de cómo empezar:
Consejo del experto
El orden en el que distribuyes tu salario sí importa, así que haz lo siguiente:
- Tan pronto lo recibas, separa ese monto que vas a tener que pagar del crédito y, si puedes, un poco más.
- Saca un porcentaje para ahorrar, lo que puedas.
- Distribuye el resto en tus gastos.
Si quieres saber más sobre esto, te tenemos otro artículo sobre cómo ahorrar dinero y pagar las deudas del mes.
Sabemos que esto del control de gastos es un tema muy grande, pero tú tranqui que para eso te creamos un manual para que te vuelvas un cazador en gastos pendejos.

En resumen
La única manera de hacer que el dinero alcance es gastando de forma consciente. Y para poder llegar a este punto, necesitas empezar a entender en qué se te va el dinero. Recuerda, para avanzar, se necesita dejar algo atrás. En este caso, las pendejadas que no necesitas.



